La ciudad de Huamanga Colonial, desde sus inicios se caracterizó por albergar a grandes cultores de la artesanía ayacuchana, al igual que otras líneas artesanales la hojalatería también fue parte de la historia y supo mantenerse viva . Los escritos mencionan que desde mediados del siglo XVI y XVII ya existían artesanos hojalateros en Huamanga, al igual que tejedores, ceramistas, artesanos especialistas en la filigrana, mates burilados, talabartería, entre otros.
De esta forma la línea artesanal de hojalatería por tener característica colonial a su llegada al Perú se fusiona con la cultura andina donde nace una nueva composición en las características de los productos artesanales. En sus inicios ésta línea se caracteriza por la elaboración de productos de carácter utilitario – doméstico, como son los baldes, tinas, peroles, jarras, vasos, regaderas, candelabros, etc , ya por inicios del siglo XX se perfeccionan aún más con la elaboración de artículos como las cocteleras, mecheros, lámparas, embudos y artículos decorativos.
A finales del siglo XX e inicios del siglo XXI la hojalatería fue paulatinamente perdiendo su importancia y valor como actividad popular, esto a causa de la introducción de objetos de plástico, aluminio y productos electrodomésticos que desplazaron y reemplazaron la hojalatería. A pesar de éstas dificultades la hojalatería ya venia transformándose, especialmente en la elaboración de objetos utilitarios y decorativos adecuándose a las necesidades del mercado local, nacional e internacional.
En los últimos 50 años la ciudad de Huamanga contaba con grandes cultores de la hojalatería. Maestros como Julián Saturnino Rivera Cordero por el Barrio de la Magdalena, Pedro Vilchez Palomino por el Jirón Londres. Teófilo Araujo Choque por el Barrio de Belén, Puente Nuevo y posteriormente por el barrio Miraflores, Antonio Prada y familia por San Juan Bautista, Ignacio Bautista Cuadros por Quinuapata, León Yalucachi (Puente Nuevo), Eusebio Barboza López por La Magdalena, Eleuterio Cuya Llantoy por Barrios Altos, Amadeo Navarro por en Barrio La Libertad , Gerardo Ochoa Morales y Segundo Auqui en la ciudad de Huanta, entre los más representativos.
En la actualidad la mayoría de éstos talleres se extinguieron o están a punto de hacerlo, pues en la práctica como línea artesanal solo lo ejercen una asociación y un par de familias. Esto se debe a diversos factores, ya sea por falta de promoción (pues todo proyecto en su mayoría esta destinado a apoyar solo textiles, cerámica, piedra de huamanga, retablos, entre otros por la cantidad de artesanos que lo practican) falta de apoyo y difusión por parte de instituciones del Estado y privadas en forma agresiva y óptima.